por Miguel Alcázar (en “Obra completa para guitarra de Manuel M. Ponce”, México: Conaculta, 2000, 192–99)
Esta obra también fue compuesta a petición expresa de Segovia, según lo testimonia una carta escrita posiblemente en diciembre de 1929:
Quiero, que me hagas unas variaciones brillantes sobre el tema de las Folías de España, en Re menor, y cuya copia del manuscrito de Berlín te envío. En un estilo que linde entre el clasicismo italiano del XVIII y los albores del romanticismo alemán. Esto te lo pido de rodillas… Si tú no la quieres firmar se las adjudicaremos a Giuliani, de quien hay muchas cosas por descubrir, y de quien acaban de darme un manuscrito en Moscou. Quiero que esta obra sea la mejor pieza de esa época, el pendant de las de Corelli para violín sobre el mismo tema. Ve haciendo variaciones y mándamelas, y procura que contengan todos los recursos técnicos de la guitarra, por ejemplo variaciones en acordes simultáneos de tres notas, en octavas, en arpegios, sucesiones rápidas que asciendan hasta el Sib sobreagudo y que expiren en el Re grave, enlace de voces en nobles movimientos polifónicos, notas repetidas, un mayor cantabile que realce la belleza del tema, entrevisto a través del enredo ingenioso de la variación, y volver a él, para concluir con grandes acordes, después de derrochar toda la noble astucia musical de que tú eres capaz, para distraer al que oye, ¡de la proximidad definitiva del tema…! En todo doce o catorce variaciones, obra de toda una parte del programa, que no se hará larga, por el contraste de cada variación con la que la precede y la sigue.
En la carta siguiente, sin fecha, del mismo mes y anterior a la Navidad, ya menciona tres variaciones que están muy bien, y otras tres que le acaban de llegar, muy superiores. También acota la posibilidad de llamarlas diferencias y le sugiere hacer un final, que no sea una fuga, para que el público no se enfríe. Dos o tres días después, en la siguiente misiva, encontramos por primera vez el título de Preludio, Variaciones y Fuga, proyecto con el cual Segovia está muy de acuerdo y le sugiere que transforme el tema a su gusto y que aproveche la ocasión para hacer algo español. Después, en una carta del 22 de diciembre, le acusa recibo de cuatro variaciones más y vuelve a reafirmar el título de Preludio, Tema, Variaciones y Fuga, pero le pide un final corto y brillante, para tocarlo cuando esté ante un público menos elevado que el de capitales como Berlín, Londres o París, aunque termina diciendo que sobre su opinión está el parecer de Ponce. En la última carta de ese año, le anuncia que ya recibió la fuga y que está encantado con ella, que queda perfectamente en la guitarra y que no haya que cambiar ni una sola nota. Termina diciéndole que espera más variaciones y el preludio.
La siguiente noticia sobre la composición de esta obra, la encontramos en una carta de enero de 1930, escrita en alta mar, a bordo del Bremen, y en ella le comunica que sólo tiene dos páginas del preludio que Ponce le entregó en París, y que piensa que las páginas restantes deben habérsele caído en el hotel. También le explica que con las dos páginas que tiene, puede darse cuenta de que es verdaderamente difícil, más que las variaciones y la fuga; que le habría gustado estrenar la obra en su segundo concierto en Nueva York; que la fuga ya está lista y que espera una variación más, en acordes, además del final. En otra carta del 10 de febrero y escrita en Chicago, le anuncia que dará la primera audición de las «Diferencias sobre el tema de las Folías, seguidas de la fuga». Y en la siguiente, del 26 del mismo mes, escrita en Palm Beach, le acusa recibo del preludio y de tres variaciones más. El preludio, reescrito por Ponce para eliminar las dificultades mencionadas en la carta de enero, le parece muy bien, y de las variaciones, la única que le satisface es el canon, y las otras dos las considera inferiores a las demás; sin embargo, no menciona la primera audición anunciada en la carta anterior.
Después, no encontramos ninguna alusión a esta obra hasta una carta escrita el 23 de agosto, y en la cual le explica que no ha propuesto el Preludio, las Folías y la Fuga para ser publicadas con Schott, debido a que esta casa editora desea espaciar la publicación de obras difíciles. Pero en la siguiente, del 31 de ese mes, le anuncia: «Estoy acabando de transcribir y digitar las variaciones a fin de tenerlas preparadas para cuando se lo propongan a Strecker, y noto que me falta la fuga». En otra misiva, del 25 de septiembre, le informa:
Voy a ir a Londres antes del fin de mes para impresionar 12 obras en 6 discos. Voy a proponer las Folías en un disco completo, es decir entreambos lados. Voy también a impresionar, si no tienes reparo en ello, el preludio árabe ‑lo designo con ese calificativo ahora, para que sepas cuál es, o sea el que has escrito para las Folías- seguido de la canción que introdujiste en la Sonata III, como andante. Además de que todo esto es muy bello, y que me encanta tocarlo, lo haré también con el deseo de que percibas algunos franquetes, de derecho.
Y en efecto, Segovia grabó en Londres, el 6 y 7 de octubre, Folies d’Espagne, Thème, Variations et Fugue, incluyendo sólo diez de las variaciones y el tema, no armonizado por Ponce, así como los dos primeros tiempos de la Sonata III y el preludio de las Folías, bajo el título de Postlude. Todo esto se lo confirmó a Ponce en una carta escrita en el otoño de 1932:
El preludio – o postludio, como lo llamé en el disco – a que te refieres, no está editado. ¿Cómo quieres que lo mandase editar sin avisarte y sin que Schott te pagase? Lo toqué para His Master’s Voice, después de la Canción – Andante de la Sonata no. III, para que con ella llenase un lado del disco en que está el Allegro de la misma Sonata. Pero no está impreso.
A principios de 1931, en una carta sin fecha, Segovia le anunció a Ponce que tocaría el 19 de mayo por la noche en la Ópera de París y que pensaba incluir las variaciones sobre las Folías, sin el preludio, pero con la fuga. Así, en otra carta del 11 de mayo, escrita en París, le dice lo siguiente:
Me he quedado en mi habitación trabajando. Entre las cosas que he repasado más cuidadosamente están las variaciones sobre las Folías. Y es necesario, absolutamente necesario, que consagres tú la mañana entera en componer una variación más en trémolo, en modo menor, muy melódica, a tres tiempos, más bien larga que corta, y no muy complicada, para que yo pueda estudiarla de aquí al concierto. Puede, pues, ayudar al éxito de la obra. Trabájala y si te sale, ven a traérmela lo más pronto que puedas.
Ponce escribió la variación y fue incluida en la edición que Segovia empezó a considerar y a dar los pasos necesarios para ella, de acuerdo a a una carta, sin fecha, escrita en junio den Madrid:
He escrito a Schott y le he hablado de tus variaciones. Adjunto la contestación. Si te acomodan esas condiciones escríbele tú y ponte de acuerdo con él. Y en caso afirmativo avísame para escribir la obra. Hay que buscar la fuga. Mira en todas partes a ver si te quedan algunos borradores. Y en dado caso yo la trazaré en lápiz, y tú la corregirás.
Seguramente Ponce se quedó sin ninguna copia de la fuga, puesto que Segovia le escribió el 21 de julio: «Ahí va la fuga. Perdona los lapsus. Corrígela y mándamela, para incorporarla enseguida a las variaciones y remitírselas a Strecker». Y en la siguiente carta, sin fecha: «Hoy he terminado la digitación de las variaciones, y según deseas las mando a Schott. Dentro de dos días seguirá la fuga». Y finalmente, en la siguiente carta, también sin fecha: «Schott tiene ya tus variaciones. Espero las segundas pruebas, después de las cuales, aparecerá la obra».
Schott realizó la publicación en 1932, bajo el título Variations sur «Folia de España» et Fugue, habiendo aparecido el tema, 20 variaciones y la fuga. No se sabe qué fue lo que pasó con el preludio, que finalmente no fue publicado; aunque es muy posible que, al haber sido grabado como Postlude por Segovia, éste haya temido alguna consecuencia legal si aparecía bajo el título de preludio en la edición de Schott. Sin embargo, he querido restaurar esta obra, dentro de lo posible, a su concepción primigenia, y he incluido el preludio. El hecho de haber enviado todo este material por entregas, dificultó la conservación de los manuscritos y seguramente lo poco que quedaba de ellos debe de haber desaparecido en Barcelona, durante la guerra.