por María Luján Ruvira
Habiendo visto y escuchado muchos intérpretes de guitarra (en mi corta carrera como estudiante), en diferentes lugares: conciertos solistas, conciertos de cámara, orquestas. Un día un profesor de piano del conservatorio me dijo: “fuifui a uno de esos Festivales Internacionales de Guitarra, que organiza el Maestro D’Alessandro, y llevaron a una concertista paraguaya que me encantó”, me dijo. “Se llama Berta Rojas, ¡no sabés cómo toca! Un día buscala en youtube y mirala.” Seguí la recomendación y, ¡me encantó, por supuesto! Esto me motivó a realizarle la siguiente entrevista.
¿Por qué elegiste tu instrumento?, tocaste algún otro antes de elegirlo? ¿Te hubiese gustado dedicarte a otra profesión?
Además de la guitarra, estudié piano, instrumento con el que recibí un profesorado superior. Elegí la guitarra porque sentí que con ella soy capaz de expresarme mucho mejor que con cualquier otro instrumento; su contextura, sonido, la conexión que siento con ella al tomarla en mis manos, y lo que creo puedo ser capaz de transmitir a través de la música, fueron contundentes a la hora de decir: «este es el instrumento que quiero tocar».
Al terminar el colegio, fui a la universidad y estudié Economía hasta el 2do. Curso, que fue cuando finalmente opté por aquello que toda la vida disfruté hacer: Música.
¿Cómo fue tu formación? Fuera de los estudios formales, ¿qué cosas tuvieron importancia para vos en tu formación? Te ayudó tu entorno (familia, amigos, lugar, etc)?
Toda la formación que recibí pasó por diferentes momentos, etapas, lugares, personas… y cada uno de ellos se ha constituido en una pieza fundamental para lo que soy hoy como artista. Mis hermanos fueron los primeros en observar que tenía una habilidad especial para la música, pues como ellos eran mayores que yo y tocaban la guitarra, inmediatamente notaron que pude aprender con mucha rapidez y precisión los primeros acordes que me mostraron esa la primera vez que me puse a “jugar” con la guitarra de uno de ellos. Poco después empecé mis estudios con mis primeros maestros en Asunción hasta obtener el Profesorado Superior bajo la guía de Felipe Sosa y Violeta De Mestral. En ese entonces, aún no existía en Paraguay la posibilidad de cursar una Licenciatura un Música, por lo que decidí embarcarme tras esa meta siguiendo mis estudios en Montevideo, Uruguay, donde tuve la posibilidad de recibir la instrucción del gran maestro Abel Carlevaro. Más adelante, tuve como maestros a Eduardo Fernández y Mario Paysée en la Escuela Universitaria de Música (Universidad de la República). Con el ánimo de seguir perfeccionando mi técnica guitarrística y sobre todo, seguir creciendo como músico y como artista, fui a vivir a los Estados Unidos, donde obtuve la Maestría en Música, en el Peabody Institute, bajo la guía de Manuel Barrueco. En el año 2000 obtuve un “Graduate Performance Diploma” en esa misma institución.
Fuera de mis estudios formales, el haber crecido en un entorno familiar donde la música siempre estuvo presente, al igual que con mi grupo de amigos y compañeras del colegio, ha sido clave.
¿Qué guitarristas influyeron en vos? ¿Por qué?
Sin duda, la figura de mayor influencia en mi carrera como guitarrista, es la de Agustín Barrios, uno de los más grandes compositores-guitarristas de todos los tiempos. Conocer su música a profundidad, y su historia personal ‑por un la dotan cargada de vicisitudes y por otro, llena de virtudes como la perseverancia, la disciplina, la voluntad, me impactaron de un modo que sentí la necesidad de hacer algo ante un legado tan grande que ha dejado al mundo. Otros grandes guitarristas han influenciadoen mayor o menor medida mi aprendizaje, cada uno de un modo peculiar y único, como es el caso de un Andrés Segovia, Julian Bream, John Williams, Eduardo Fernández, Manuel Barrueco, David Russell y tantos otros. Sería difícil nombrarlos a todos.
¿Qué guitarristas escuchás actualmente?
Hay muchos guitarristas muy buenos alrededor del mundo. Me gusta que un intérprete sea totalmente auténtico, único y original en esencia, y que sea capaz de transmitirlo en el escenario. Si un intérprete fue lo suficientemente hábil como para encontrar su propio camino y su propia voz como artista, es lo que tiene valor para mí, más allá de la perfección en la técnica, en la dificultad del repertorio elegido, de los premios ganados, o de los títulos que haya obtenido.
¿Qué géneros te gustan más o te interesan?
Tengo predilección por la obras de compositores latinoamericanos, muchos de los cuales están vivos hoy y su música es de una belleza sobrecogedora. Es el caso de compositores como Edín Solís de Costa Rica, Quique Sinesi de Argentina, Julio César Oliva de México, entre otros con los que puedo lograr una conexión desde mi propia esencia latinoamericana.
Como yo pienso dedicarme profesionalmente a la guitarra, me interesaría saber cómo elegir un género.
En mi caso particular, llegó un momento en el que me vi en la necesidad de expresarme desde lo que soy, afianzándome en mis raíces. Fue así que me encontré conmigo misma a la hora de interpretar, y si bien tengo la capacidad de incursionar tanto en lo clásico como en lo popular, los criterios que definen qué voy a tocar y de qué manera lo voy a interpretar guardan una estrecha relación con todo lo que viví, lo que aprendí, lo que amo y lo que soy. Y desde allí es que un día, seguramente, podrás ver con claridad cuál es la música con la que te sentís llamada a tocar.
¿En qué proporción sos guitarrista profesional, docente, tenés otras actividades? Cómo te repartís en tus actividades diarias?
Fui docente en la Universidad George Washington, en Washington DC, durante años. En 2012, pese a mantener mi residencia norteamericana, decidí comprarme una casa en mi país para venir con más frecuencia y por periodos más largos entre concierto y concierto, pasar más tiempo con mi madre, quien ya contaba con 86 años en ese momento, y gracias a esta decisión, pude estar más cerca de ella en los que resultaron ser sus dos últimos años de vida.
Sigo enseñando en los muchos festivales internacionales a los que voy como invitada, no solo para dar conciertos o integrar la mesa del jurado, sino también para brindar clases magistrales a los jóvenes guitarristas que acuden allí con ansias de aprender. En medio de eso, trabajo en varios proyectos que tienen relación directa con la promoción y difusión de la obra de Agustín Barrios. Mi rol de concertista es lo prioritario en la actualidad.
¿Seguís estudiando para perfeccionarte aún más sola o tomás clases con algún profesor? ¿Con quién?
Mis últimas clases fueron con Manuel Barrueco, en el Peabody Institute. Sin embargo, ser artista implica un crecimiento personal constante, un aprendizaje que nunca se detiene y que se va dando de diferentes maneras conforme uno va superando etapas. El desafío es diario, las posibilidades siempre son enormes. Uno siempre debe tratar de estar preparando ante cualquier oportunidad que pueda presentarse.
¿Cómo abordás una obra al momento de estudiarla, para aprenderla? ¿Cómo es el proceso?
Para empezar, una primera lectura para ubicarme en la idea general de la pieza, para conocer en líneas generales la obra. Luego viene un trabajo minucioso de digitación que tiene que ir reafirmando lo que musicalmente cada frase me va diciendo. A continuación se trata de que la musculatura vaya respondiendo a las exigencias de cada pasaje al tiempo que musicalmente la obra se va afirmando en nuestro interior, cuidando ya de los matices, los tempos, la métrica, etc. Es muy importante cantar las líneas. La línea melódica tiene que escucharse con claridad, un buen intérprete debe tenerla muy clara.
¿Tocás música de cámara?
En este mismo momento estoy cumpliendo el sueño de tocar con la Camerata Bariloche, en un proyecto con el que tendré el honor de compartir escenario con esta agrupación considerada como el mejor conjunto de música de cámara en la historia de la música argentina.
Los dúos jugaron siempre un rol muy preponderante en mi carrera: grabé un disco con Carlos Barbosa Lima y otro con Paquito D´Rivera. También tengo un trabajo en conjunto con la soprano norteamericana Rebecca Lister.
Me gusta mucho como interpretás a Agustín Barrios ¿En qué momento decidìste tocar sus obras?
Debió ser cuando me presenté a un concurso en el que debía tocar obras de Barrios. Es probable que esas ganas de llevarme el premio, de alguna manera me hicieran sentir muy de cerca esa tenacidad y disciplina que a él lo caracterizaban, y que dieron como resultado que mi admiración hacia él fuera en aumento.
¿Componés? ¿Hacés arreglos? ¿Buscas algo en particular? Si componés, ¿hacés lo que te sale, usas alguna técnica de composición en particular?
Soy intérprete, es la especialidad con la que me siento más fuertemente vinculada. La música es un arte difícil, que requiere mucha cabeza y mucho corazón. Si bien tengo algunos pequeños arreglos y composiciones propias, mi elección ha sido desde un principio ejecutar la guitarra de la mejor manera que me fuera posible, hacer que mi guitarra sea un medio eficaz a través del cual la idea de alguien más pueda expresarse con una intención clara, impregnándole también mi sello personal a la interpretación. Esto se aplica en tantas áreas: en la medicina, por ejemplo, hay cirujanos, pediatras, clínicos… rara vez encontrarías un médico con dos especialidades. Es por eso que Barrios es tan especial para mí. Tuvo esa capacidad de componer un número de obras muy relevante, de una dificultad técnica e interpretativa altamente desafiantes, y se destacó además como un eximio intérprete de sus propias obras, aún en medio de giras y viajes constantes en un tiempo en el que moverse de un lugar a otro no era tan sencillo como lo es hoy día.
¿Tenés proyectos actuales o futuros?
Estuve involucrada en muchos proyectos, varios de ellos aún en vigencia, de los que quisiera nombrarte tres que tienen directa vinculación con la figura de Agustín Barrios:
World Wide Web Competition:
Se trata de una competencia online que incluye entre sus participantes a jóvenes de todo el mundo, de entre 18 a 30 años. Éstos deben registrarse y subir sus videos a Youtube. A través de esta competencia, tienen la posibilidad de acceder a importantes premios, en una gran final que se lleva a cabo en la tierra que vio nacer a Agustín Barrios: Paraguay. Es una manera democrática de concursar ya que cualquiera que así lo desee, puede subir sus videos desde la comodidad de su casa. Gente de tantos países ha participado, donde personalmente ni sabía que existían escuelas de guitarra clásica, como es el caso de Madagascar, por ejemplo.
Este concurso, que rinde tributo a Agustín Barrios es una gran ventana abierta de Paraguay al mundo. Hasta ahora, se dieron dos ediciones, una en el 2009, y otra en el 2011. Quién sabe, quizá el 2015 sea el año indicado para llevar adelante la tercera edición.
Más información sobre este proyecto:
http://www.barriosworldwide.com/
https://www.youtube.com/watch?v=y88X1ZjvqM4
Con Berta Rojas hoy toca Mangoré:
Es un hermoso proyecto dirigido a los jóvenes, con el que llevamos la vida y obra de Agustín Barrios a instituciones educativas de distintas ciudades del Paraguay. Hasta el momento hemos completado 6 ediciones (la primera fue en el 2009).
Más información sobre este proyecto:
http://www.bertarojas.com/gira-colegios.php
Tras las huellas de Mangoré:
Con este proyecto, intentamos emular el recorrido que hizo Agustín Barrios en los distintos países de nuestra América y en Europa. Son muchas las experiencias vividas en cada uno de los lugares a los que fuimos, y haber hecho gran parte de este recorrido junto al gran Paquito D´Rivera es una satisfacción muy grande. Este 2014 completamos los 20 países en total que están involucrados en este proyecto que sinceramente es un sueño hecho realidad.
En este link, podemos encotrar más información sobre este proyecto de Berta: